EUROPA PRESS

21 noviembre 2023

 

¿Por qué unas personas son propensas a engordar y otras no?

 

Aunque se sabe que las personas que tienen un mayor riesgo genético de padecer obesidad suelen tener un índice de masa corporal (IMC) más elevado, los investigadores han dado a conocer un nuevo enfoque metodológico para averiguar por qué algunos individuos son más propensos a ganar peso que otros por razones no relacionadas con su responsabilidad genética para con la obesidad, según un estudio publicado en 'Obesity', la revista de The Obesity Society (TOS).

 

El estudio es el primero de este tipo en determinar en una pareja de gemelos con grandes diferencias de IMC entre ellos cuál de los dos había adquirido un IMC que se desviaba de su IMC genéticamente informado.

 

"Este novedoso enfoque abre las puertas a la revelación de los factores protectores y perjudiciales que preceden al aumento de peso, ofreciendo valiosas perspectivas sobre cómo las personas pueden mantener un peso saludable", afirma Bram J. Berntzen, doctor del Instituto de Medicina Molecular de Finlandia, de la Universidad de Helsinki (Finlandia), y primer autor del estudio.

 

En investigaciones anteriores, los científicos habían estudiado parejas de gemelos adultos monocigóticos y dicigóticos con grandes diferencias en el IMC dentro de la pareja. Sin embargo, estos estudios eran transversales y no tenían en cuenta la predisposición genética a la obesidad.

 

Los estudios anteriores sobre parejas de gemelos con grandes diferencias de IMC intrapareja tampoco han establecido si el gemelo con mayor o menor IMC es el que se desvía más de la predisposición genética. En la investigación actual, los autores estudiaron las trayectorias del IMC a lo largo de 36 años en gemelos cuyo IMC en la edad adulta temprana estaba por debajo, dentro o por encima de su IMC predicho genéticamente.

 

Por debajo de la predicción significa resistencia frente al aumento de peso, mientras que por encima indica susceptibilidad al aumento de peso antes de la inclusión en el estudio.

 

Los investigadores seleccionaron las parejas de gemelos de la cohorte de gemelos finlandeses mayores, un grupo formado por gemelos nacidos antes de 1958 y vivos en 1974 en Finlandia. Las encuestas realizadas en 1975 y 1981 se dirigieron a todos los gemelos de la cohorte, mientras que una encuesta de 1990 se limitó a los gemelos nacidos entre 1930 y 1957.

 

Los datos sobre el genotipo se recogieron principalmente a partir de finales de la década de 1990. Sobre la base de los gemelos participantes en 1975, 3.227 parejas completas de gemelos del mismo sexo (34% monocigóticos) en torno a los 30 años tenían datos de genotipo. La recopilación de datos de 2011 se centró en gemelos nacidos entre 1945 y  1957, de los que 943 (44% monocigóticos) tenían datos de genotipo.

 

La cigosidad o las características de los gemelos se confirmaron mediante información genotípica derivada de muestras de sangre. Las características personales se declararon mediante un cuestionario. El IMC también se comunicó mediante mediciones del peso y la altura. El IMC se clasificó en bajo peso, peso normal, sobrepeso y obesidad. La puntuación de riesgo poligénico del IMC se basó en 996.919 polimorfismos comunes de nucleótido único.

 

En parejas de gemelos monocigóticos y dicigóticos con grandes diferencias de IMC intrapareja, dos tercios de los mellizos con un IMC observado superior en 1975 se desviaron por encima del IMC predicho, en comparación con un tercio de los mellizos con un IMC inferior que se desviaron por debajo de la predicción.

 

Cada individuo desviado tenía un hermano gemelo que seguía su predisposición genética a la obesidad. Los individuos por debajo, dentro y por encima de la predicción en 1975 alcanzaron, respectivamente, el peso normal, el sobrepeso y la obesidad en 2011, con un aumento medio del IMC de 4,5.

 

Además, Berntzen señaló que el IMC de los gemelos cuando eran adultos jóvenes desempeñaba un papel importante a la hora de determinar si alcanzaban un peso corporal saludable al cabo de 36 años, ya que todo el mundo suele ganar peso con la edad.

 

Berntzen añade que "por este motivo, es vital estudiar las razones del aumento de peso ya durante la infancia, antes de que se conviertan en adultos jóvenes".

 

Los estudios futuros podrían examinar las características de los niños a lo largo del tiempo, calculando su IMC genéticamente informado cuando alcanzan la edad adulta joven para comprender los factores que afectan a sus trayectorias de aumento de peso, añade.

 

Los autores del estudio señalan que los factores determinantes y las implicaciones para la salud de las trayectorias regulares del IMC en lugar de las trayectorias del IMC enriquecido con PRS requieren más investigación.